Volveremos a vernos...

Aquí termina por esta vez mi visita a la ciudad de Valladolid. Aunque se que mi marcha no es definitiva, la pena que me entra al irme de aquí es inevitable. Como siempre que vengo, me voy de esta ciudad con el mejor sabor de boca posible, porque me gusta lo que veo, me gusta lo que siento, me gusta lo que como...me gusta todo. En esta ciudad he vivido grandes momentos, buenos y no tan buenos, pero siempre han sido momentos memorables y que jamás querré sacar de mi mente, pues todo esto forma la imagen en mi cabeza de la ciudad de Valladolid y de su rico contenido. Es por todo esto por lo que vuelvo cada año, cada festivo y cada verano que me ofrece la oportunidad de disfrutar de las maravillas de estas tierras castellanas, y es por ello que espero volver pronto.

¿Cómo se llega?

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Las primeras sensaciones

Este viaje, como casi siempre, me devuelve a mis orígenes y me hace sentir toda una serie de sensaciones que me hacen pensar en muchas de las cosas vividas y que, de algún modo, me definen como persona. En cada rincón de esta hermosa ciudad se esconde una historia, y gracias a todas ellas Valladolid goza de tan grande patrimonio cultural. La historia de esta ciudad es muy amplia y conoce un gran período de tiempo, y esto se respira en todos y cada uno de los monumentos, iglesias, parques y rincones que visitamos.
A partir de aquí comienza una viaje a través de la ciudad que, como cada vez, terminará con buen sabor de boca, pero dejándome la sensación de vacío por no poder seguir aquí, disfrutando de sus maravillas y su gente.

Un poco de historia

Valladolid es una ciudad española que se encuentra situada ligeramente al noroeste de la Península Ibérica, aunque es claramente provincia de interior. La ciudad es capital de la provincia que lleva el mismo nombre y es, además, la sede oficial de las Cortes y de la Junta de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. La ciudad cuenta, según los últimos estudios, con unos 315.000 habitantes, lo que la convierte así en el 13º municipio más poblado de España.

Existen diversas teorías acerca de la proveniencia de su nombre, aunque sin duda la más aceptada es la que afirma que el origen de la palabra proviene de la expresión celta Vallis tolitum (Valle de Aguas), ya que por la ciudad pasan el río Pisuerga y el río Esgueva, que antes de su canalización, en el siglo XIX, se extendía por varios ramales. Existe también un apelativo coloquial usado con frecuencia entre los habitantes para denominar a la ciudad, que es el de 'Pucela'. Esta denominación puede tener su origen en diversas teorías que apuntan hacia diferentes lugares, aunque todas ellas tengan su parte de razón. Una apela a la memoria histórica (acerca de Juana de Arco); otra habla sobre la pozuela, que es como se denominaba en tiempos pasados a la ciudad; y por último se encuentra la que dice que se denominaban pucelanos a los que cargaban los cementos provenientes de Puzzuoli, cerca de Nápoles (Italia).

Planeamos la visita

Para comenzar la visita, planteamos una ruta en el mapa que nos orientará posteriormente en nuestra visita a la ciudad. En esta ruta haremos un recorrido que a continuación paso a explicar más detalladamente.

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¿Qué visitar? Principio de la ruta

                                                                

Academia de Caballería: 

La Academia del Arma de Caballería de Valladolid se instaló en 1852 en el edificio que unos años antes se había pretendido utilizar como presidio. El actual edificio, fue construido en los años de 1920, es de gran valor, legado de la arquitectura historicista y monumental de las primeras décadas del siglo XX. Se ubica frente al Parque del Campo Grande, en la actual Plaza Zorrilla y cerca de la Parroquia de San Ildefonso de Valladolid.

Siguiente parada, la Plaza de Zorrilla y Campo Grande

Monumento a José Zorrilla

Tras acercarnos a la Academia de Caballería, finaliza el Paseo Zorrilla y llegamos, valga la redundancia, a la Plaza de Zorrilla, donde podemos observar la influencia que el escritor tuvo en la ciudad de Valladolid.

La Plaza de Zorrilla está presidida por una estatua del ya nombrado escritor, así como por una enorme fuente en pleno centro de la misma. En la foto adjunta podemos ver el monumento erigido en honor al escritor, y detrás la antes nombrada Academia de Caballería.

Entrada al Campo Grande

Estanque del Campo Grande

Justo en el lateral de la plaza, encontramos la entrada al bien conocido
Campo Grande, recurso natural indispensable de los vallisoletanos. En este gran parque encontramos una enorme diversidad de flora y fauna, así como un estanque maravilloso en el centro del mismo. En este estanque, durante muchos años, se ha podido dar un paseo en una barca de remos rodeando el Campo Grande y viendo los patos que hay en él.